La deontología
La deontología basa la realización de acciones en función del deber que el hombre tiene, dejando de lado cuestiones como el placer o la conveniencia utilitaria, circunstancia que explica en buena medida su relación con el ejercicio de muchas profesiones.
Puede hablarse también de una deontologia aplicada, en cuyo caso no se está ya ante una ética normativa sino descriptiva e incluso prescriptiva. La deontologia aplicada al estudio de los derechos y deberes, particularmente enfocados al ejercicio de una profesión, es el caso de la deontologia profesional. Para su aplicación se elaboran códigos deontológicos, los cuales reglamentan, de manera estricta o bien a modo de orientación, las cuestiones relativas al “deber”, de los miembros de una determinada profesión. La deontologia se nutre por un lado del marco jurídico, y por otro del marco moral.
Su concepto básico es que obrar “de acuerdo a la ética” se corresponde con obrar de acuerdo a un código predefinido. Un apartamiento de una norma previamente definida, en general por escrito, constituye una actitud o un comportamiento no-ético. Por tanto, hablamos del argumento supremo que ha de orientar cualquier conducta.
Dicho código está conformado, en primer lugar, por el
juramento de Hipócrates y luego se completa por otras normas y directrices que
versan sobre cuestiones tales como las siguientes:
• La
relación del médico con los pacientes.
• El secreto
profesional.
• La calidad
en lo que se refiere a la atención médica.
• La
objeción de conciencia.
• La
reproducción humana.
• El
trasplante de órganos.
• La investigación
médica.
• La
atención médica al final de la vida.
• Las
relaciones con otros médicos, con otros profesionales sanitarios o con la
corporación médica colegial.
• La
docencia médica.
• Las
pruebas genéticas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario